Antes de la
llegada del hombre europeo, el continente
americano estaba
poblado por indígenas cuyo origen para el caso particular de Santa Marta es muy
difícil de determinar, porque al estar al norte de Sudamérica y en el extremo
más septentrional de Colombia, experimentaba
el paso de migraciones indígenas en todos los sentidos.
Los originarios
que llegaron en definitiva a poblar el territorio formaron grupos separados por
el complejo topográfico, con culturas más o menos diferentes. Entre ellos
sobresalen los Tayrona que tuvieron
gran influencia en la Región
Caribe de Colombia, y estaban localizados hacia
las faldas de la Sierra
Nevada de Santa Marta en
su vertiente norte.
Los Tayronas
formaban núcleos de población con numerosos habitantes. Su economía era
esencialmente agrícola; cultivaban maíz, balata, piña y otros productos con
avanzada técnica, sistema de terrazas y riegos. Intercambiaban sus productos
con otras tribus indígenas del interior del país, pues hasta las esmeraldas
llegaron a la costa. Explotaban la sal y trabajaban el oro.
Época hispánica
En 1524 Rodrigo de
Bastidas capituló
la gobernación de Santa Marta que correspondía a los territorios desde el Cabo de la Vela hasta la
desembocadura del Río Magdalena,
la responsabilidad sobre estas gobernaciones recaía únicamente sobre el
capitulante y en ningún momento sobre la realeza hispánica. Por lo tanto, era
responsabilidad del conquistador la fundación de pueblos, la atracción de
colonos, la traída de semillas, ganado de todo tipo y esclavos. Bastidas, llegó
a la gobernación en 1525 y fundó a Santa Marta como capital y puerto. Sus
intenciones con esta tierra eran diferentes a las de los demás conquistadores,
éste quería pasar sus últimos días de vida en este territorio. Debido a esta
determinación, las ideas de Bastidas sobre la esclavitud y los métodos
utilizados para la extracción de recursos eran contrarios a la de la mayoría de
sus otros competidores, por lo que fue atacado y a causa de los golpes
recibidos, murió. En su reemplazo fue designado como gobernador Rodrigo Álvarez Palomino.
Desde Santa
Marta partieron varias expediciones conquistadoras, siendo la más importante la
de Gonzalo
Jiménez de Quesada, que culminó en 1538 con el
descubrimiento de la Sabana de Bogotá y la fundación
de Santafé.
La colonización
de estas tierras comenzó con la llegada a Santa Marta del gobernador Lope
de Orozco en
1596, tras lo cual se realizaron algunas mejoras, se organizó la agricultura,
la cría de ganados y se entablaron relaciones con los indígenas. Fueron traídos
por los españoles para mejorar la agricultura. Santa Marta, al igual que Cartagena de
Indias, fue blanco de incursiones de piratas o filibusteros que durante los
siglos XVI y XVII la
saquearon varias veces.
Cuando fue
creado el Virreinato
de Nueva Granada, en 1724, la región conservó
el carácter de provincia. En 1724 fue suspendido el Virreinato para ser
restablecido en 1746, conservándose el sistema de gobierno hasta la época
moderna.
Periodo
Republicano
La lucha por la
independencia continuaba. Los hombres al mando de los coroneles Carreño,
Padilla y Maza derrotaron a los realistas en la batalla de la Ciénaga Grande.
Luego, Carreño con su tropa libertadora entraron a Santa Marta el 11 de
noviembre de 1820, después de una sangrienta campaña que dejó en el campo de
batalla cerca de 700 muertos, 400 heridos y más de 600 prisioneros, en su gran
mayoría indígenas cienagueros reclutados por el ejército español.
En 1834 Santa
Marta sufrió un terremoto que dejó a la ciudad en aspecto ruinoso durante
varias décadas. Al año siguiente del terremoto, una descripción presenta a
Santa Marta como una “ciudad de aspecto miserable”, en la que no había hoteles,
residían sólo siete extranjeros y las únicas edificaciones de cierto valor eran
la catedral, el palacio gubernamental y las residencias de los comerciantes
Joaquín de Mier y Juan Fairbank. En
1835, Santa Marta era una pequeña ciudad de escasos seis mil habitantes,
población que disminuyó en las décadas siguientes, de acuerdo con los censos de
1843 y 1851.
En la década de
1840 sucedieron varios hechos destacados para el progreso de Santa Marta. Así
por ejemplo, inició actividades la Caja de Ahorros de Santa Marta (1846), se
estableció el alumbrado público de la ciudad (1848) y se constituyó la
“Sociedad Filarmónica de Santa Marta” (1849). Otro
hecho significativo fue el establecimiento del primer periódico económico y
comercial del país, la Gaceta Mercantil, editada por Manuel Murillo Toro entre
1847 y 1860
Durante varias
décadas del siglo XIX, Santa Marta fue el principal puerto de la Nueva
Granada, por donde se movilizaba gran parte del comercio
exterior del país y sus recaudos de aduana superaban ampliamente a los de Cartagena, Sabanilla y Barranquilla.
Durante el período 1840 – 1872 Santa Marta se convirtió en el principal puerto
importador de la Nueva
Granada y
durante algunos años también fue el mayor exportador. En el año fiscal
1871-1872 los recaudos de Santa Marta y Sabanilla fueron muy similares, pero ya
al año siguiente ésta última aduana superó a Santa Marta ampliamente. Lo
paradójico de Santa Marta es que su dinámica comercial durante el siglo XIX,
estuvo acompañada con una disminución de su población en términos absolutos y
relativos.
Siglo XX
El auge del
banano impulsó una ola migratoria hacia Ciénaga,
la Zona Bananera y Santa Marta,
desde diferentes departamentos de Colombia y
del exterior. Es así como a esta subregión llegaron varias familias originarias
de Bogotá,Bolívar, Antioquia y
otras subregiones del departamento del
Magdalena como Valledupar y la provincia
de Padilla (sur de La Guajira),
en busca de oportunidades. De todas las familias llegadas a esta subregión, con
el pasar de los años la historia más conocida sería la de los Márquez Iguarán,
abuelos maternos del Premio Nobel de Literatura Gabriel
García Márquez, quien haría universal el
nombre de Macondo, pueblo
imaginario que podría ser cualquiera de los ubicados en el Caribe
colombiano.
A mediados del
siglo XX, cuando la economía del banano comenzaba a mostrar sus limitaciones,
empezó el desarrollo delturismo con la
construcción del Hotel Tamacá, la carretera a El Rodadero y el Hotel
Tairona. Dos décadas después Santa Marta, era uno de los principales destinos
turísticos de Colombia, ofrecía una
serie de atractivos para toda clase de turistas:El Rodadero, Taganga, las
diferentes ensenadas del Parque
Tayrona, sitios arqueológicos como Pueblito, Ciudad
Perdida y los petroglifos de Donama, el Morro, la Sierra
Nevada, la Quinta
de San Pedro Alejandrino y
la Catedral, entre otros.
Siglo XXI
La Santa Marta
de finales del siglo XX y principios del XXI se debate entre su proyección como
ciudad turística y la especialización de sus costas en puertos carboneros.
Entre 1994 y 2005, la zona portuaria de Santa Marta-Ciénaga pasó de exportar
2,3 millones a cerca de 28 millones de toneladas de carbón,
incrementándose la participación de 15% a 51% del carbón exportado. Para
que estas dos actividades se puedan seguir desarrollando en el Distrito de
Santa Marta, es necesario regular estrictamente los sitios por donde se exporta
el carbón, aplicando
técnicas modernas de transporte y embarque del mineral.
En el 2025 Santa
Marta cumplirá 500 años de fundada y desde ya la ciudad de Cuchacique, de Bastidas y de Bolívar (la ciudad
tayrona, hispana y republicana) debe prepararse para ser el principal destino
ecoturístico y de turismo cultural en Colombia. El desarrollo
sostenible de Santa Marta es posible, siempre y cuando la ciudad se proyecte
hacia el siglo XXI con administraciones públicas honestas, transparentes y
eficientes, que cumplan con su función social y permitan la libre iniciativa de
empresarios emprendedores.
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